Tanto en el entierro como en el velatorio del ex jefe de la Brigada de Investigaciones, los presentes responsabilizaron al secretario de Seguridad, Aldo Saravia, por la determinación que tomó el infortunado ex jefe de la Brigada de Investigaciones. "Sufrió maltrato, irrespeto, presiones y acoso laboral, por parte de este sujeto", dijo a Radio Salta en el cementerio un oficial que pidió resguardo de su identidad. |
Néstor Píccolo,de 44 años, casado y con tres hijos, alrededor de las 13.05 hs del jueves se suicidó con su arma reglamentaria en un pasaje ubicado a pocos metros de la sede de la Brigada de Investigaciones. Durante la mañana había tenido una actividad normal y mantuvo reuniones y contactos con su subordinados, por lo que su sorpresiva decisión produjo un fuerte impacto en toda la Fuerza.
Píccolo, un jefe muy querido dentro de la policía, había sido distinguido junto a un grupo de colaboradores,por el trabajo que realizaron en la investigación del asesinato de las turistas francesas.
Entre sollozos y acompañada por sus tres hijos adolescentes, su mujer estalló en el momento que el féretro bajaba a su última morada: HIJOS DE PUTA¡ gritó y todos interpretaron que su grito apuntaba a las máximas autoridades del gobierno en materia de Seguridad, especialmente al secretario Aldo Saravia, a quién uno de los hijos del comisario Píccolo increpó en los mismos términos el jueves a la siesta cuando el cuerpo del alto jefe aún permanecía en la morgue del hospital San Bernardo.
En una suerte de "confesión de parte", Saravia no estuvo presente en el velatorio ni tampoco en el entierro (ni siquiera había publicado una esquela en el diario). Maximiliano Troyano, el jóven funcionario y jefe de Saravia, tampoco estuvo en el lugar aunque este sí, a diferencia de su subordinado, publicó una esquela en diario El Tribuno "acompañando a sus familiares y elevando una oración por el eterno descanso de su alma"
El horno no está para bollos en relación a las autoridades gubernamentales dentro de la fuerza de Seguridad.
Centenares de policías despidieron al ex jefe en el cementerio.
EXTREMA TENSIÓN Y DOLOR
Precisamente en las esquelas que publicó El Tribuno el viernes, pudo advertirse el impacto que provocó el suicidio de Píccolo en la Fuerza. "...sembraste en nosotros tu amistad, sinceridad, hombría de bien, honestidad, responsabilidad y vocación de servicio", dice la División Robos y Hurtos. "...fuistes un gran compañero y amigo, te despedimos con profunda tristeza...gracias por lo que fuistes en vida, por tu dedicación, rectitud inquebrantable, hombría de bien y por las enseñanzas que nos dejas...vivirás por siempre en nuestros corazones", decía la esquela de la Sección Moralidad (B1-1).
"Te fuistes pero has dejado una huella imborrable de la honestidad, el trabajo y el sacrificio en nuestros corazones, porque nunca nos distes ni esperanza fallida, ni trabajos injustos, ni pena inmerecida", rezaba a su turno la esquela de la DD.Económicos B11.
Cómo vemos, algo están diciendo estos mensajes alejados del mero protocolo de una esquela de circunstancias y convencional.
¿Qué pasará con el cuestionado Saravia?. ¿Tendrá autoridad Troyano para conducir como ministro de Seguridad una fuerza en estado de conmoción?. Es el gobernador Urtubey quién en estos días resolverá la cuestión, pero lo cierto es que varios planes del mandatario se han alterado. Tendrá, seguramente, que barajar y dar de nuevo.
Píccolo, un jefe muy querido dentro de la policía, había sido distinguido junto a un grupo de colaboradores,por el trabajo que realizaron en la investigación del asesinato de las turistas francesas.
Entre sollozos y acompañada por sus tres hijos adolescentes, su mujer estalló en el momento que el féretro bajaba a su última morada: HIJOS DE PUTA¡ gritó y todos interpretaron que su grito apuntaba a las máximas autoridades del gobierno en materia de Seguridad, especialmente al secretario Aldo Saravia, a quién uno de los hijos del comisario Píccolo increpó en los mismos términos el jueves a la siesta cuando el cuerpo del alto jefe aún permanecía en la morgue del hospital San Bernardo.
En una suerte de "confesión de parte", Saravia no estuvo presente en el velatorio ni tampoco en el entierro (ni siquiera había publicado una esquela en el diario). Maximiliano Troyano, el jóven funcionario y jefe de Saravia, tampoco estuvo en el lugar aunque este sí, a diferencia de su subordinado, publicó una esquela en diario El Tribuno "acompañando a sus familiares y elevando una oración por el eterno descanso de su alma"
El horno no está para bollos en relación a las autoridades gubernamentales dentro de la fuerza de Seguridad.
Centenares de policías despidieron al ex jefe en el cementerio.
EXTREMA TENSIÓN Y DOLOR
Precisamente en las esquelas que publicó El Tribuno el viernes, pudo advertirse el impacto que provocó el suicidio de Píccolo en la Fuerza. "...sembraste en nosotros tu amistad, sinceridad, hombría de bien, honestidad, responsabilidad y vocación de servicio", dice la División Robos y Hurtos. "...fuistes un gran compañero y amigo, te despedimos con profunda tristeza...gracias por lo que fuistes en vida, por tu dedicación, rectitud inquebrantable, hombría de bien y por las enseñanzas que nos dejas...vivirás por siempre en nuestros corazones", decía la esquela de la Sección Moralidad (B1-1).
"Te fuistes pero has dejado una huella imborrable de la honestidad, el trabajo y el sacrificio en nuestros corazones, porque nunca nos distes ni esperanza fallida, ni trabajos injustos, ni pena inmerecida", rezaba a su turno la esquela de la DD.Económicos B11.
Cómo vemos, algo están diciendo estos mensajes alejados del mero protocolo de una esquela de circunstancias y convencional.
¿Qué pasará con el cuestionado Saravia?. ¿Tendrá autoridad Troyano para conducir como ministro de Seguridad una fuerza en estado de conmoción?. Es el gobernador Urtubey quién en estos días resolverá la cuestión, pero lo cierto es que varios planes del mandatario se han alterado. Tendrá, seguramente, que barajar y dar de nuevo.
Fuente: http://www.radiosalta.com
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